jueves, marzo 19, 2020

Story Road

Cuando lleguen al parqueadero, bajen las dos ventanas del carro. Esa es la señal.

Con los vidrios abajo parqueamos en un mall sobre la avenida Story y esperamos. Luego de unos minutos, se acerca un hombre, nos saluda y nos pregunta si queremos un "social", es decir, una green card para poder trabajar.

El tipo gordo con su gran cabeza mexicana arquea su cuerpo, se abalanza contra el carro y  comienza la negociación.

Hola ¿cómo están?
Bien, gracias. Nos hablaron de este lugar.
Queremos unos papeles para mi primo.
Sí, claro!

¿Ud cómo se llama?
A mí me dicen "el rajas".
Ahhh bueno.

Mira te cuento, tenemos dos tipos de tarjetas: esta blanca vale 150 porque se vence a final de año. Esta otra, la verde, es mas nueva y le va a servir hasta el año 2027. Esa vale 250.

¿Y qué nombre le ponen?
- El que ustedes quieran, solo debe coincidir el país de origen. Nosotros mismos le tomamos la foto con el celular. Es impresión digital, dice orgullosamente.
 ¿Para cuándo la necesitan?
- Para mañana, ahora no tenemos ese dinero.
Se las dejo más barato.

Autos entran y salen del parqueadero .Una canción mexicana suena lejos.

Bueno, acompáñenme jóven, ve con mi amigo a tomarte la foto.
Sí, vamos.
Atravesamos el parqueadero, hacía frío a pesar del sol de las 4 de la tarde.
Acá, en esta sombra.
Saca el celular, Click!
¿así le gusta?
Una más sonriente. (No sé en qué pensaba)
Listo!
Dime tus datos...
Federico, le dije.
Volvemos al auto.

Bueno Rajas, ¿me dices que con esto funciona?
Sí, se lo aseguro. Acá todos hacen eso. Garantizado.
¿no serán policías, verdad? Es que preguntan mucho.

No, no. Somos colombianos

¿Entonces? me pregunta mi prima.

Mmmm

Bueno, dale. Sigamos con esto. ¡Ya qué hijueputas!

Después de terminar el negocio, comemos algo por ahí y volvemos al auto.
De pronto, una camioneta blanca grande, intenta estacionar justo al lado de nosotros.
Clarsh! El tipo que conduce aquel auto, usando un gran sombrero, estrella su camioneta contra un auto negro al lado del nuestro. Da marcha hacia delante, retrocede y lo golpea otra vez.
El señor no encuentra las llaves, está borracho, logra, con mucha dificultad salir de ahí. El auto negro chocado, no prende alarmas, ya venía medio destruído desde antes. Todo tranqui.

Yo sigo en un estado de como de efervescencia.
¿de verdad?
¿así de fácil?
¿el señor de la camioneta blanca con sombrero grande qué putas?


Ok, see ya`tomorrow.


Regresamos al siguiente día a las 11 am. Parqueamos en el mismo lugar y esperamos con los vidrios abajo.

Minutos después llega El Rajas, camina lento sin mucho visaje.

¿Cómo van?
Bien, bien.
Mire, acá está, mostrando la tarjeta reluciente,  junto con el "social". (Son dos cosas diferentes)
La calidad del documento es confiable, hay un error ortográfico y la foto es horrible.

Plata en mano, culo en tierra!

El tipo mexicano se va, vuelve a lo suyo. En esta esquina mexicana de California pasa de todo y no te das cuenta.
Alguien me dijo:  "El gringo no es bobo, es tranquilo". No puedo dejar de pensar en eso.

Do you have papers?
Yes I do.





miércoles, enero 08, 2020

Ryzard Kapuscinski - Los cínicos no sirven para este oficio



Sobre el buen periodismo.

Acabo de terminar de leer este corto y  entretenido libro, que sin lugar a dudas es una clase sobre el buen periodismo.

En realidad no es un libro escrito por este autor polaco fallecido en 2007. Este escrito  resume una entrevista realizada por Andrea Semplici,  y las memorias de un congreso sobre periodismo en Apulia, Italia el  27 y 28  de noviembre de 1999 respectivamente.